martes, 1 de abril de 2025

INTRODUCCIÓN AL BLOG

 

El hierro ha sido el soporte fundamental del desarrollo de la humanidad, que, por su importancia industrial y económica, definía el índice de desarrollo de un país. Este venía facilitado por el nivel de calidad y capacidad de producción de hierro, conocido como siderurgia, que la RAE define como: metalurgia del hierro, del acero, de la fundición y de las aleaciones férricas.

La siderurgia en Cantabria a partir del siglo XVIII ha jugado un papel digno, a distancia de otras comunidades como el País Vasco, Cataluña o Asturias, en diversas coyunturas, pero bastante meritorio para una comunidad de las dimensiones geográficas y sociales como la nuestra.

Se conocen bien las ferrerías erigidas en Cantabria en el siglo XVIII con sus avances técnicos incorporados que les permitían trabajar prácticamente todo el año. (1)

Se conoce bien la historia de las Reales Fábricas de Artillería de Liérganes y La Cavada funcionando entre 1622 y 1834 donde se instalaron en nuestro país los primeros altos hornos al carbón vegetal, alimentados con venas de las minas de Somorrostro, de Cabárceno y de Pámanes.

Dispusieron de seis hornos altos, dos en Liérganes y cuatro en La Cavada, calculándose que en los doscientos años vida de las instalaciones se desarrollaron 150 campañas de fundición, fabricándose 26.000 cañones y 6 millones de balas. (2)

Sección de un alto horno tipo, de principios del siglo XVIII, visto desde el lado de la entrada del viento y desde el lado del sangrado del horno.

Del declive de la actividad ferrona de mediados del siglo XIX surge alguna iniciativa digna de consideración como fue la construcción del alto horno de La Merced en Guriezo, en 1830, construido sobre una antigua ferrería que, tras pasar por diversas manos, fue aportada para la constitución de la Sociedad Anónima Altos Hornos de Bilbao, en 1882.

Hubo alguna experiencia más como la construcción del alto horno La Trinidad de Otañes, en 1880, o la incorporación de dos hornos Chenot en las antiguas instalaciones de la ferrería de Salto del Oso en Ramales en 1870, experiencia que duró pocos años

Ya a finales del siglo surge la iniciativa de José María Quijano en torno al aprovechamiento de un molino harinero, heredado en la orilla del rio Besaya, en Los Corrales de Buelna.

La adquisición y posterior instalación de varias máquinas de puntas de París y la posterior ampliación a otras actividades industriales, tales como el trefilado y galvanizado, en otra área diferente, fue tomando cuerpo lo que posteriormente sería un gran complejo siderometalúrgico. (3)

Con el cambio de siglo y para garantizarse su autoabastecimiento y no depender de importaciones o de la siderurgia vasca, llevó a cabo la construcción de un complejo siderúrgico en las afueras de Santander, en la zona conocida como la Isla del Óleo, donde se creó la Sociedad Nueva Montaña, instalándose el primer alto horno moderno.

Vista del alto horno de Nueva Montaña Quijano.1950. 

Esta siderurgia fue coetánea con algunos importantes talleres mecánicos y de fundición, como los de San Martin, los de Bernardo Lavín en El Astillero o los de Corcho, en la Reyerta (4) …Ya en 1918 se constituía en Reinosa, la Sociedad Española de Construcción Naval, pero estas últimas inhalaciones se pueden considerar siderurgia moderna. (5)

Este blog nace con la pretensión de divulgar algunas piezas fundidas y /o forjadas, realizadas en Cantabria, tengan valor cultural o simplemente operacional, se encuentren en la Comunidad o fuera de ella. Son esas piezas que pasamos al lado de ellas y no nos damos cuenta del valor social e industrial que contienen. Abarcaran todo tipo de fundiciones, incluidas las no férricas.

Junto la pieza explicaremos algo del taller o de empresa que la fabricó, conociendo que existirán varias piezas salidas de un mismo taller.

Para entender este proceso industrial y económico he traído alguna bibliografía, sabiendo que este capítulo es bastante más extenso.

NOTAS:

(1)    Corbera Millán, Manuel. 2001. La Siderurgia Tradicional en Cantabria. Septem Ediciones. Oviedo.

- Arroyo Valiente, Pedro y Corbera Millán, Manuel. 1993. Ferrerías en Cantabria; Manufacturas de ayer, Patrimonio de hoy. Asociación de Amigos de la Ferrería de Cades.

(2)    Diez Aja, Juan Antonio. 2006. La Fusión del Hierro y las Fábricas de Liérganes y la Cavada. Edición Cantabria Tradicional. Torrelavega.

 - Quevedo, Juan Francisco. 2022. Los Ingenios de Fundición de La Cavada. Ediciones Tantín. Santander.

-  Alcalá Zamora y Queipo de Llano, José. 1974. Historia de una Empresa Siderúrgica Española. Los altos hornos de Liérganes y La Cavada 1622-1834. Centro de Estudios Montañeses. Santander.

(3)    Del Hoyo Maza, Sara. 2021. De la harina al acero. José María Quijano y las Forjas de Buelna (Cantabria, 1873-1914) Editorial de la Universidad de Cantabria. Colección Sociales. Santander.

(4)  Fernández Acebo, Virgilio. 2005. De Talleres Corcho a BSH Electrodomésticos España. BSH Electrodomésticos España. Santander.

-  Mercapide Compains, Nemesio. 1977. Crónica de Astilleros de Santander. SA. 1872-1977. Guarnizo.

(5)   Fernández Gutiérrez, Marcos, Revuelta Diaz, Gonzalo y Alonso Terán Adrián. 2018. La Naval de Reinosa.100 años de una Fábrica y de una Comarca.  Sidenor Forgins & Casting. Reinosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COLUMNAS Y CERCHAS DE FUNDICIÓN DEL MERCADO DE MIRANDA

  Entre 1912 y el 2003 funcionó un pequeño mercado municipal cerca del Alto de Miranda, que le dio nombre. Se situaba exactamente en la inte...