La iglesia de Santa Lucía de Santander, en su esquina derecha de su fachada trasera, acoge una especie de medallón con un perfil de una cabeza, anexo a un rectángulo, que contiene el nombre de la calle a quién está dedicado: Pedro Gómez Oreña.
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Conjunto escultórico |
Pedro Gómez Oreña, fue un párroco de
esa misma iglesia, que ayudaba a la gente pobre y que el ayuntamiento, a su
fallecimiento, decidió en 1903 dedicarle esa calle que anteriormente se llamaba
de la Media Luna.
El conjunto escultórico en bronce,
de muy buena factura, fue fundido por los talleres de Corcho que, por su época,
solo podía llevarse a cabo en las instalaciones de la rampa de Sotileza.
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Marca de los fundidores |
El conjunto escultórico fue
sufragado mediante una suscripción publica, donde se recaudaron 1.595,75
pesetas, donde los presbíteros de otras iglesias aparecían como principales
donantes.
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La Atalaya .Año XII. nº 4511 del 28_06_1904 |
El conjunto escultórico fue inaugurado el 29 de junio, festividad de San Pedro, del año 1904.
TALLERES CORCHO
Hablar en una entrada de un blog de una empresa con 170 años de existencia – todavía está entre nosotros, aunque con otro nombre- que ha fabricado de todo donde el hierro y el acero estuviese presente, es tarea imposible. Así que voy a enumerar los centros de trabajo que tuvo en el pasado siglo, las producciones características de cada centro y resaltar algunas de ellas en las que destacó sobre manera en nuestro país. Además, para todos aquellos que quieran profundizar en el conocimiento de esta empresa, recomendaremos una publicación, que está en la red, que describe su historia de forma somera. (1)
Sus inicios datan de 1855 cuando un italiano afincado en Santander, Giuseppe Corcio, funda la sociedad donde varias generaciones continuarían hasta 1970, que pierden el control de la misma.
Aunque nace en la calle San Francisco, pasa posteriormente a la calle Méndez Núñez, lo más próximo a la bahía donde empieza reparar barcos a bordo.
En 1888 abrirán el centro de la rampa de Sotileza, donde mantienen la sede social y administrativa, la fábrica de fumistería, hidroterapia, balneoterapia, saneamiento, grifería, calefacción, cerrajería artística y latonería.
Este taller cerrará en 1941 para dar paso a la construcción del túnel del Pasaje de Peña.
En 1913 se hace con las instalaciones de Talleres San Martín -ex de López Dóriga-, lo que le permite tener un acceso al mar e impulsar todas las actividades que tiene que ver con la construcción naval, turbinas hidráulicas, la calderería pesada, construcciones metálicas para ferrocarriles, columnas, balaustradas, la fabricación de vagonetas y volquetes para minas, apisonadoras…
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Instalaciones
de San Martín
Disponían del dique
seco de Gamazo para sus actividades, alquilado a la antigua Junta de Obras del Puerto
Tras más de medio centenar
de barcos salidos de sus gradas, en 1962 fueron vendidas las instalaciones a la
empresa belga Basse Sambre, que pasaron a denominarse CORBASA, acrónimo de
Corcho-Basse Sambre. En 1971 cambiaria de propietario y las instalaciones se
denominarían Astilleros del Atlántico, SA, hasta su cierre definitivo en 1989.
En 1920, y sobre unos
terrenos adquiridos a principios de siglo, en La Reyerta, se pondrán en marcha
la nueva fundición y la sección de esmaltaría. Esta factoría se especializó en
la fundición de hierro y bronce, en la fabricación de cocinas en negro y esmaltadas
para leña, carbón, gas y electricidad, cocinas para grandes servicios… En la
sección de saneamiento fabricaron bañeras de fundición esmaltadas, placas
turcas, diversos modelos de lavabos, duchas…
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Dibujo
de las instalaciones de La Reyerta
Es decir, a partir de
1920 talleres Corcho contaba con tres grandes factorías en Santander: San Martín,
Rampa de Sotileza y La Reyerta.
De todas las instalaciones,
queda la última de la LA Reyerta, adquirida en 1989 por el grupo alemán BSH,
acrónimo de Bosch and Siemens Home Appliances Group que, además de mantener
algún inmueble original de la antigua Corcho, sigue fabricando todo tipo de encimeras
de gas y eléctricas.
De la capacidad extraordinaria
de esta empresa en el orden industrial se puede destacar la sección de
balneoterapia. A finales del siglo XIX Corcho había puesto al día con sus
aparatos la mayor parte de balnearios de España e, incluso, alguno en América.
Hasta 120 balnearios están documentados que intervino Corcho en su
modernización aprovechando el auge de la medicina balnearia.
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Aparato de hidroterapia. Catálogo de 1882
Otro aspecto
destacable era la de la producción e instalación de equipos para el aprovechamiento
hidráulico, sobre manera para empresas de generación eléctrica. De talleres
Corcho salieron turbinas hidráulicas diseñadas específicamente para cada salto,
que se instalaron por una buena parte de España.
Finalmente, para
conocer esta larga historia de ingeniería metalúrgica, en donde se diseñaron y
fabricaron cientos de referencias para diversos campos de la actividad, deben
leer la publicación recogida en la nota.
NOTA:
(1)
Acebo Fernández, Virgilio. 2005. De Talleres Corcho a BSH Electrodomésticos
España, SA. Siglo y medio de evolución en una industria de Santander.
Santander.
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