Entre 1912 y el 2003 funcionó un
pequeño mercado municipal cerca del Alto de Miranda, que le dio nombre. Se
situaba exactamente en la intersección de la cuesta de barrio Camino con el
paseo de Canalejas.
Su arquitecto fue Emilio de la
Torriente y nace como consecuencia de lo alejado que les quedaba a los vecinos
el mercado del Este. La zona por aquel tiempo acogía a gente obrera del área de
Tetuán, barrio Camino y Canalejas, fundamentalmente.
Alojaba diez puestos de venta en
los 108 m2 de superficie y se inauguró bajo el mandato municipal de Ángel
Lloreda Mazo. El edificio era rectangular con orientación sur-norte, donde se
ubicaron los accesos. La puerta norte daba a barrio Camino, mientras la sur lo
hacía a Canalejas.
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Vista del edificio del antiguo mercado de Miranda, rehabilitado |
El edificio tenía y sigue teniendo,
puesto que ha sido rehabilitado y destinado a otros usos, 16 columnas de
fundición ornamental, alineadas en tandas de cuatro en orientación este-oeste,
colocadas simétricamente, donde las centrales reciben cuatro cerchas de
fundición muy sencillas, dada la estrechez del edificio, unos ocho metros. Fueron fundidas en las instalaciones de Corcho
Hijos de la rampa de Sotileza.
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Vista de las columnas de fundición del antigua mercado |
Tras una rehabilitación iniciada en
el 2005, fue inaugurado en el 2010, que pasó a denominarse Espacio Imagen;
un espacio público para todos los amantes de la imagen, tanto profesionales
como aficionados. Un espacio en donde reunirse, mostrar sus trabajos, compartir
conocimientos, un espacio donde trabajar y crear diversos proyectos de interés
común, según la propaganda municipal. https://www.santander.es/servicios-ciudadano/areas-tematicas/museos-centros-culturales/mercado-mirada-sede-espacio-imagen
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Detalle de las columnas |
TALLERES CORCHO
Hablar en una entrada de un blog de una empresa con 170 años de existencia – todavía está entre nosotros, aunque con otro nombre- que ha fabricado de todo donde el hierro y el acero estuviese presente, es tarea imposible. Así que voy a enumerar los centros de trabajo que tuvo en el pasado siglo, las producciones características de cada centro y resaltar algunas de ellas en las que destacó sobre manera en nuestro país. Además, para todos aquellos que quieran profundizar en el conocimiento de esta empresa, recomendaremos una publicación, que está en la red, que describe su historia de forma somera. (1)
Sus inicios datan de 1855 cuando un italiano afincado en Santander, Giuseppe Corcio, funda la sociedad donde varias generaciones continuarían hasta 1970, que pierden el control de la misma.
Aunque nace en la calle San Francisco, pasa posteriormente a la calle Méndez Núñez, lo más próximo a la bahía donde empieza reparar barcos a bordo.
En 1888 abrirán el centro de la rampa de Sotileza, donde mantienen la sede social y administrativa, la fábrica de fumistería, hidroterapia, balneoterapia, saneamiento, grifería, calefacción, cerrajería artística y latonería.
Este taller cerrará en 1941 para dar paso a la construcción del túnel del Pasaje de Peña.
En 1913 se hace con las instalaciones de Talleres San Martín -ex de López Dóriga-, lo que le permite tener un acceso al mar e impulsar todas las actividades que tiene que ver con la construcción naval, turbinas hidráulicas, la calderería pesada, construcciones metálicas para ferrocarriles, columnas, balaustradas, la fabricación de vagonetas y volquetes para minas, apisonadoras…
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Instalaciones de San Martín
Disponían del dique seco de Gamazo para sus actividades, alquilado a la antigua Junta de Obras del Puerto
Tras más de medio centenar de barcos salidos de sus gradas, en 1962 fueron vendidas las instalaciones a la empresa belga Basse Sambre, que pasaron a denominarse CORBASA, acrónimo de Corcho-Basse Sambre. En 1971 cambiaria de propietario y las instalaciones se denominarían Astilleros del Atlántico, SA, hasta su cierre definitivo en 1989.
En 1920, y sobre unos terrenos adquiridos a principios de siglo, en La Reyerta, se pondrán en marcha la nueva fundición y la sección de esmaltaría. Esta factoría se especializó en la fundición de hierro y bronce, en la fabricación de cocinas en negro y esmaltadas para leña, carbón, gas y electricidad, cocinas para grandes servicios… En la sección de saneamiento fabricaron bañeras de fundición esmaltadas, placas turcas, diversos modelos de lavabos, duchas…
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Dibujo de las instalaciones de La Reyerta
Es decir, a partir de 1920 talleres Corcho contaba con tres grandes factorías en Santander: San Martín, Rampa de Sotileza y La Reyerta.
De todas las instalaciones, queda la última de la LA Reyerta, adquirida en 1989 por el grupo alemán BSH, acrónimo de Bosch and Siemens Home Appliances Group que, además de mantener algún inmueble original de la antigua Corcho, sigue fabricando todo tipo de encimeras de gas y eléctricas.
De la capacidad extraordinaria de esta empresa en el orden industrial se puede destacar la sección de balneoterapia. A finales del siglo XIX Corcho había puesto al día con sus aparatos la mayor parte de balnearios de España e, incluso, alguno en América. Hasta 120 balnearios están documentados que intervino Corcho en su modernización aprovechando el auge de la medicina balnearia.
Otro aspecto destacable era la de la producción e instalación de equipos para el aprovechamiento hidráulico, sobre manera para empresas de generación eléctrica. De talleres Corcho salieron turbinas hidráulicas diseñadas específicamente para cada salto, que se instalaron por una buena parte de España.
Finalmente, para conocer esta larga historia de ingeniería metalúrgica, en donde se diseñaron y fabricaron cientos de referencias para diversos campos de la actividad, deben leer la publicación recogida en la nota.
NOTA:
(1) Acebo Fernández, Virgilio. 2005. De Talleres Corcho a BSH Electrodomésticos España, SA. Siglo y medio de evolución en una industria de Santander. Santander.
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